El pasaje del primario al secundario

Lorena Orue es la maestra de séptimo grado del Instituto de Obras. Hace 16 años que es parte de la institución y está orgullosa de su trabajo y del lugar donde se encuentra: “Quiero mucho a este colegio”, dice, y enseguida se mete de lleno en la explicación de cómo funciona la transición del alumno del primario al secundario.

Lorena ingresó al Instituto en el 2000 para trabajar en todos los grados menos primero. “Hemos pasado por muchas tormentas, pero siempre salimos adelante”, dice la docente al hacer su carta de presentación. También aclara: “Soy la maestra más antigua de toda la escuela y quiero mucho a este Instituto”.

“Primero que todo trabajamos con la articulación junto a los profesores del secundario para que empiecen a conocerlos y poder así interactuar. Este período de transición del primario al secundario lo vivo como ellos, con nervios, expectativas y ansiedad. Por otro lado, los chicos se encuentran en el piso del secundario para que se familiaricen entre sí, es una estrategia para que conozcan a los que serán sus futuros compañeros».

En una época donde la tecnología avanza a pasos agigantados, Lorena respondió a la pregunta sobre cómo maneja este tema con los alumnos y manifestó: “Yo estoy a cargo de la parte de Lengua y Ciencias Naturales. La verdad es que los mando a leer mucho. Me gusta que estén en contacto con los libros, que se acerquen a la biblioteca, que busquen información y utilicen el diccionario. En muchos trabajos no permito el famoso “copiar y pegar”, porque en ocasiones no saben ni lo que están haciendo. Ellos tienen la biblioteca del Instituto y las municipales. Por otro lado, quiero aclarar que estoy a favor de los avances tecnológicos, porque nos ayudan y hasta nos agilizan, pero soy partidaria de la lectura. Me gusta que escriban opiniones propias para que amplíen su vocabulario. A su vez, los preparo para lo que viene porque tendrán diferentes profesores con diversas metodologías de trabajo”.

Los alumnos de séptimo están cerrando una etapa y como tal llega la euforia de terminar un ciclo. Lorena contó cómo los contienen: “Llegada la época de septiembre u octubre donde ven que está terminando el año, empieza toda la revolución interna. Están con miedo a lo nuevo, con cierta inquietud con lo que se viene y hasta con cierta angustia y melancolía. Es esa adrenalina que les corre por el cuerpo, y uno como maestra tiene que tratar de calmarlos, “bajarlos” y sobre todo contenerlos”

La maestra Lorena Orue vive todas las sensaciones junto a sus alumnos e intenta guiarlos para que el cambio no les afecte, todo lo contrario, los ayuda para que el secundario sea toda una aventura interesante, repleta de aprendizaje y nuevas experiencias.

compartir noticia

últimas noticias

Contacto

¿Estás interesado en el Instituto Obras? Para informes e inscripciones escribinos.

SUSCRIBITE A NUESTRO BOLETÍN

Y recibí todas las novedades de Instituto Obras en tu casilla de correo.