Los alumnos de quinto grado A y B del Instituto Obras acompañados por sus docentes, realizaron la visita al predio de la planta General San Martín de Aysa (Agua y saneamientos Argentinos), uno de los cuatro establecimientos potabilizadores más grandes del mundo.
Los niños comprobaron el complejo proceso que convierte al agua del río en agua lista para el consumo.
El agua es el recurso más importante para la vida de las personas y para el desarrollo de las sociedades. Sin embargo, en gran parte del planeta está en riesgo, y la Argentina no es la excepción. Por eso, AySA trabaja para potabilizarla, distribuirla equitativamente y devolverla limpia al ambiente. Es un bien insustituible de primera necesidad porque posibilita todas las actividades biológicas, es un regulador del clima y constituye la base para el desarrollo de las actividades económicas, productivas e industriales.
EL AGUA QUE TENEMOS.
El 70% de nuestro planeta está cubierto de agua. Cuando vemos imágenes de la esfera azul que es la Tierra, nos parece que abunda. Sin embargo, si bien hay mucha agua en el planeta la mayor parte de ella (el 97%) es salada y, por lo tanto, no es apta para el consumo humano. Menos del 3% del agua de la Tierra es dulce y, de este pequeño porcentaje gran parte está congelada, se encuentra en zonas de difícil acceso o en capas subterráneas. Únicamente un tercio del agua dulce de la Tierra es lo suficientemente accesible para ser potabilizado y convertido en apto para el consumo diario. Además, hay factores que atentan contra las reservas de agua disponible como:
-El aumento de la población (superpoblación).
-El uso indiscriminado que hacemos los seres humanos (sobreexplotación).
-La contaminación y las acciones que conducen al cambio climático y el calentamiento global.
En 2010, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el acceso al agua potable y al saneamiento como derecho humano esencial —sin distinción de raza, religión o condición socioeconómica— porque es fundamental para la realización de todos los derechos humanos como la alimentación, la salud, la educación, el trabajo y el ambiente sano. Para garantizar este derecho, es necesario contar con servicios de agua potable y saneamiento que sean universales, sustentables, eficientes y de calidad, que contribuyan al bienestar de la población y al cuidado del ambiente. Sin embargo, en la actualidad, más de 1.200 millones de personas en el mundo carecen de acceso al agua potable, y cerca de 2.100 millones no cuentan con servicios de saneamiento.
AySA interviene en el ciclo natural del agua para proveer un servicio de agua potable y saneamiento de calidad, sustentable y eficiente, que contribuye a garantizar el bienestar, la salud y la calidad de vida de la población, sin dañar el ambiente.
UN GRAN ESFUERZO
Más de 5.000 personas trabajan todos los días, las 24 horas, para abastecer a los 10 millones de habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y de 18 partidos del Conurbano de la provincia de Buenos Aires (el 25% de la población del país), lo que la convierte en una de las mayores proveedoras de servicios sanitarios del mundo.
PROCESO DE POTABILIZACIÓN:
A través de siete pasos, AySA capta el agua del río, la potabiliza y la distribuye a las casas y edificios. ¡Conocé este proceso asombroso!
-Captación:
En el río, la torre toma de AySA capta el agua, que luego es conducida a la planta potabilizadora y elevada hasta una cámara de carga.
-Coagulación
Luego de su paso por la cámara de carga, se agregan un coagulante y un floculante para que la arcilla que contiene el río se agrupe formando partículas de mayor tamaño: los flocs.
-Decantación
En piletas llamadas “decantadores”, el agua permanece en estado de semiquietud por dos horas, mientras los flocs caen por su propio peso al fondo. Es decir, decantan.
-Filtración
El agua se pone otra vez en movimiento y pasa a través de filtros, que eliminan la turbiedad restante y permiten que se vuelva cristalina.
-Cloración
Se agrega cloro para desinfectar el agua y eliminar cualquier tipo de microorganismo.
-Alcalinización
Para quitar la acidez, se le coloca agua de cal. Ya está… ¡lista para el consumo!
-Distribución
Finalmente, el agua potable emprende un largo viaje bajo tierra a través de una enorme red de conductos y cañerías para llegar a las casas y a los edificios
“Hay más de 32 países del mundo que no tienen agua. Tenemos que cambiar la forma de pensamiento. Cuando hablamos de derechos humanos, tenemos que hablar de los derechos de los pueblos, porque esto no está afectando a una sola persona, está afectando a pueblos enteros. Hoy el hambre del mundo tiene que ver con la sequía. Esto va a provocar grandes daños a la humanidad, por eso es importante tomar conciencia. Conciencia crítica y valores, que las escuelas, las universidades, los cuerpos docentes, los alumnados, los investigadores tenemos la responsabilidad de transmitir”.
Adolfo Pérez Esquivel Premio Nobel de la Paz
¡Cuidar el agua es responsabilidad de todos!