El nivel inicial comenzó con el período de adaptación. Un momento importante para niños y padres.
“Comenzar el jardín supone la adaptación del niño a este nuevo ambiente. Para la adaptación no existe una receta mágica, ni un manual de instrucciones que podamos aplicar. Teniendo en cuenta que cada niño es diferente y que son sus papás quienes lo conocen mejor, la adaptación no será un hecho que se dé de un día para el otro, sino un proceso gradual y progresivo, a veces con altibajos y que, además, puede durar semanas. Es una situación activa llena de emociones, miedos, ansiedad, dudas y deseos que se dan simultáneamente. Para el niño supone un mundo lleno de incertidumbres. Por un lado está el deseo de rodearse y conocer compañeritos y, por el otro, el temor a separarse de mamá, papá, una abuela o alguna persona de su confianza”, dijo la directora Nancy Romero.
¿PARA QUÉ EL PERÍODO DE ADAPTACIÓN?
Para lograr la integración de cada uno de los niños a este nuevo espacio, el jardín, teniendo en cuenta, sus tiempos y modos particulares, respetando su historia y sus raíces.
Para que establezcan vínculos tanto con sus pares, como con sus docentes.
Para que aprendan y se diviertan, respetando lo diverso en lo común, es decir, a partir de las individualidades pero con el fin de lograr un grupo.
Básicamente el Jardín se convierte en un lugar único, un espacio libre para imaginar, un buen lugar para crecer con los demás de igual a igual y ser feliz.
“La docencia es una profesión emocionalmente apasionante, profundamente ética e intelectualmente exigente, cuya complejidad solamente es vivida por quienes solemos poner el cuerpo y el alma en el aula” (Fulian y Hargreaves)
