Durante el 2018 uno de los proyectos que se propuso en Instituto Obras en todos sus niveles es la Educación sexual integral e inteligencia emocional.

La sexualidad es un factor fundamental de la vida humana y forma parte de la identidad de las personas.

Comprende sentimientos, conocimientos, normas, valores, creencias, actitudes, formas de relacionarse con otros, deseos, prácticas, reflexiones, roles, fantasías y toma de decisiones.

La sexualidad está presente en el sujeto en relación consigo mismo y con los otros.
Los niños desde pequeños hacen innumerables preguntas relacionadas con la sexualidad. Son preguntas motivadas por el deseo de saber, y si no son respondidas, pueden inhibir la confianza hacia los adultos.

Según Freud, los niños construyen sus propias hipótesis acerca de cómo es el intercambio sexual entre adultos, cómo nacen los niños, cómo se gestan, etcétera.

De este modo, se inician en una actividad que se adscribe a “la pulsión de saber o de investigar”, elaborando lo que se llama teorías sexuales infantiles.

Lo que impulsa a un niño a investigar, afirma Freud, “no son los intereses teóricos sino prácticos”; por ejemplo, el nacimiento de un hermano o la relación con niños del sexo opuesto en el Jardín de Infantes.

Ya a partir de los tres años, y en ocasiones antes, cuando los niños perciben las diferencias entre los sexos, surgen los interrogantes por cuestiones vinculadas con el nacimiento, la vida y la muerte.

Es preciso responder a sus preguntas con la verdad y en un lenguaje simple, para que puedan entendernos. Sin evasiones, pero tampoco dando mayor información que la que nos solicitan.

Las explicaciones breves y sencillas ayudarán a construir la confianza necesaria para que vuelvan a hacernos preguntas en el futuro.

El grupo de pares también es fuente de información y, a medida que los chicos amplían su vocabulario, los mayorcitos hablan entre ellos sobre “noviazgos” y participan en juegos que responden a su curiosidad respecto de las diferencias y semejanzas sexuales.

El juego simbólico o de ficción es una actividad fundamental en el desarrollo de los niños, y los ayuda a organizar su mundo buscando una manera de comprender las relaciones y los roles sociales.

Representar a través del juego favorece el autoconocimiento y el conocimiento de los otros.

Los juegos de característica sexual entre niños de la misma edad (por ejemplo jugar al médico) suelen no provocar daños físicos o psicológicos; por el contrario, los ayudan a conformar su identidad, y no tienen la connotación negativa y perjudicial que algunos adultos les atribuyen.

Por lo tanto, las propuestas para la educación infantil deberían considerar que los niños manifiestan espontáneamente su sexualidad y que desarrollan sus propias conductas sexuales.

Es fundamental asociar a las familias para una acción conjunta respecto de la educación que la escuela brinda a sus hijos, dado que los docentes y las familias deberían ser aliados y co-responsables en este proceso. Sin lugar a duda, la comunicación y el intercambio son imprescindibles cuando se trata de aspectos referidos a cómo entender las teorías y conductas infantiles vinculadas con la sexualidad.

FOTOGRAFÍA: Celeste Palavecino Davis para Prensa Obras

compartir noticia

últimas noticias

Contacto

¿Estás interesado en el Instituto Obras? Para informes e inscripciones escribinos.

SUSCRIBITE A NUESTRO BOLETÍN

Y recibí todas las novedades de Instituto Obras en tu casilla de correo.