Germán Muleck dejó de lado por un año su carrera de profesor de educación física en el Instituto Obras por un sueño Paralímpico junto a Los Murciélagos, la selección argentina de fútbol para ciegos. El arquero no solo se colgó la medalla de bronce en Río de Janeiro, sino que también se vistió de héroe en las tandas de penales decisivas ante China, primero para clasificar a semifinales y después en el partido por el tercer puesto.
Muleck cuenta todo lo que significó para él esta experiencia inolvidable y habla del futuro del equipo.
-¿Cuáles son tus sensaciones luego de hacer logrado una medalla en Río?
-Hoy en día estoy disfrutando de lo que se ganó. Nos costó un montón. Fue un torneo largo y muy duro. Aparte fue mi primera vez en un Juego Paralímpico. Es realmente exigente, estás pensando todo el tiempo en el partido que viene y te estresa la cabeza. Estoy disfrutando más allá de que no fue la medalla que fuimos a buscar. Queríamos la de oro. Por un lado nos quedó un sabor amargo, pero somos conscientes de que hicimos un campeonato increíble, donde no nos metieron ningún gol. Fuimos protagonistas contra todos los equipos y dominamos la posesión del balón. Todo esto fue muy positivo, tanto en lo personal como en lo colectivo. Que justo me haya tocado entrar en esas instancias tan difíciles fue una alegría. Hay que tener nervios de acero, más sabiendo que se estaba peleando por una medalla y el futuro del proyecto para que sigan apoyando el deporte. Por suerte pude rendir bien. Al final, este bronce es como un oro.
-¿Sos especialista en atajar penales?
-No se si soy especialista. En realidad, los arqueros entrenamos a la par y hacemos lo mismo. Todos trabajamos los aspectos que tiene que tener en cuenta un arquero de fútbol para ciegos. Lo que sí, tuve la suerte de demostrarle al técnico que podía tener mucha confianza en mi en ese tipo de circunstancia, tanto en penales de seis como de ocho metros (este último se ejecuta a la cuarta falta de equipo). Durante cuatro años trabajé para estar en ese lugar, así que el DT decidió ponerme. Me tocó estar contra China para lograr el pasaje a las semifinales, lamentablemente después perdimos contra Irán y en el partido por el tercer puesto, otra vez contra China, pudimos obtener la medalla. En el momento que estaba en el arco traté de tener la mente en blanco o pensar en algo fuera del fútbol, en la familia por ejemplo, en todos los amigos que me seguían desde acá. Les había prometido volver con una medalla. Una vez que la ganamos me agarró una emoción terrible. Fue una mezcla de llanto y alivio porque había terminado el torneo y estábamos en el podio. Sabemos que se logró algo muy importante para la historia de esta disciplina.
-¿Es muy distinto atajar penales en esta modalidad de fútbol?
-Sí, claro. También soy arquero de futsal convencional, entonces conozco las dos partes. Cuando atajás ante una persona que ve, ya con la forma de apoyar el pie, de mover el cuerpo o con la mirada sabés donde le puede llegar a pegar. También le podés crear dudas amagando en el momento que tiene que patear. En cambio, en el fútbol para ciegos es todo lo contrario. Todo eso no te sirve. En este caso hay que concentrarse en la pelota y esperar el remate. No hay que mirar el cuerpo porque puede provocar una desatención. Generalmente, el ciego patea sin carrera y hace un movimiento extraño para darle más fuerza a la pegada, entonces eso complica. Además hay que tener reacción y reflejos. Por mi parte entreno mucho la elongación para llegar con los pies a la zona baja de los palos. Eso te da un segundo más para poder ganarle a la pelota. Y también lo que hacemos hace unos años es mirar algunos videos de la forma que tienen de patear. Como en el fútbol convencional, el ciego también tiene su dirección preferida para rematar y determinados gestos técnicos particulares. Todo eso que estudiamos nos da una ayuda. A China lo habíamos investigado mucho. A Irán también, pero se ve que se dieron cuenta y me las cambiaron todas al otro palo (se ríe).
-Más allá de los logros deportivos, ¿cómo está hoy la estructura de la selección y del fútbol para ciegos en general?
-Creo que estructuralmente está muy bien la selección. La verdad que tiene una muy buena base de jugadores entre 30 y 35 años, que son los que están ahora. Después hay una camada muy joven de entre 20 y 25 años, que son chicos que están al mismo nivel que los que viajan. Son detalles que los meten o los sacan del plantel que va a competir. Existe un recambio muy importante. También se trabaja con los Murcielaguitos, que son chicos de ocho a 15 años. Esta es una selección muy federal, somos 26 jugadores de todas partes del país. Generalmente concentramos en el CENARD. A veces hacemos amistosos entre nosotros como para entrenar, y ahí se ve como los suplentes, entre comillas, que son los más chicos, a veces les ganan a los mayores. Se nota que están al mismo nivel. Cuando uno del plantel no puede estar ponen a alguno de los pibes y no se nota que hubo un cambio. Todos en el equipo hablan el mismo idioma y tienen una sintonía de juego. Somos uno de los equipos del mundo que puede mirar hacia atrás, ver el recambio y afirmar que hay futuro. El técnico siempre nos dice que está orgulloso de lo que se formó. Por otro lado está la Liga de Ciegos de todo el país, que está conformada por 26 equipos. Hay tres zonas: norte, centro y sur. Tenemos la suerte de contar con clubes grandes como Boca, River, Estudiantes de La Plata y Huracán. Eso le da un prestigio al torneo. Pero bueno, para que todo esto crezca tiene que ser difundido. Creo que eso es lo que nos falta. Por suerte, estos Juegos Paralímpicos fueron transmitidos en vivo. Para nosotros fue impresionante que nos puedan ver en todos lados. La madre de uno de los chicos del equipo es de Santiago del Estero y vio jugar a su hijo por primera vez por televisión. Es algo increíble todo lo que generó esto.
-¿Cómo sigue tu actividad con la selección?
-Recién volvimos a entrenar este jueves, luego del descanso que tuvimos post Río para despejar la cabeza. Ahora vamos a participar del Día Paralímpico en el Luna Park, que se va a hacer el 30 de octubre. Además, gracias a la Secretaría de Deportes y el ENARD nos hicieron una cancha nueva en el CENARD que es solamente para este deporte. Estamos muy contentos, fueron muchos años peleando por ese espacio. En los torneos se juega sobre césped sintético, y nosotros entrenábamos en una cancha de hockey sobre patines que es de cemento. El 15 de noviembre está programada la inauguración. Va a haber un cuadrangular con Paraguay, Uruguay y, posiblemente, Brasil. Se está viendo si aceptan la invitación, si no se completará con algún Argentina B o algo parecido. Y el año que viene tenemos que entrenar a fondo de cara a la Copa América de Chile. Es muy importante porque hay que terminar entre los tres primeros para clasificar al Mundial de España 2018.