Marisa D’alessandro, coordinadora del Departamento de Inglés, se tomó un tiempo para charlar sobre la importancia del idioma y lo que lleva a la gente a estudiar una o más lenguas alternativas. Además habló sobre el nivel general que se puede apreciar en los chicos del Instituto.
-¿Cuáles son los motivos por los cuales una persona empieza a estudiar inglés?
-En general, cuando un adulto se aboca al estudio de un idioma, en este caso inglés, es principalmente por necesidades laborales. Hay espacios en los que una entrevista o un aviso pidiendo un profesional de determinada área está directamente enfocado al inglés. Es el primer filtro de la empresa para ver si esa persona se presenta para un trabajo determinado. Tiene que tener la capacidad necesaria para comprender los requisitos que se generan a través de ese aviso y después encarar la entrevista posterior, que será seguramente también en inglés. Por otro lado, en un mundo globalizado como el de hoy, el inglés está al alcance de todos. Está a un clic de distancia. Está mucho más cercana la posibilidad de viajar al exterior por turismo, por preparación académica o a nivel profesional mucho más de lo que sucedía antes. Está cada vez más ampliado el panorama del estudio del idioma.
-¿Qué pasa con la gente que además de inglés estudia otro idioma?
-Desde la neurociencia, lo que nos dicen es que el estudio de más de un idioma hace que el cerebro funcione mucho mejor. Las conexiones que se hacen entre un idioma y otro son más rápidas, entonces la tercera lengua pasa a ser mucho más sencilla por las asociaciones que se van creando. Son conexiones lingüísticas. Por supuesto siempre hay que ver de qué idioma partimos. Nosotros utilizamos el español y hablamos, leemos y escribimos del mismo modo, pero el inglés es opaco, ya que se escribe de una manera y se pronuncia de otra. Para nosotros es más complejo. Pero también hay idiomas de llegada que nos resultan más fáciles, que son aquellos a los que uno va por estudio o por necesidad. Todos los latinos, italiano, francés, portugués, son más simples de estudiar. Pero más allá del origen del idioma, lo que facilita el estudio de otros son las autopistas que va generando el cerebro. Cuantas más conexiones haga el cerebro, mayor plasticidad tiene para producir más y mejores resultados. Si nosotros trabajamos con otras plataformas y generamos más pensamiento crítico, el cerebro va a realizar más sinapsis y va a tener otras formas de resolver los problemas.
-Cómo si fuera un gimnasio del idioma.
-Exactamente, esa sería la analogía perfecta.
-Después del inglés, ¿cuál sería el tercer idioma que más se estudia en la actualidad?
-Depende. Portugués se está estudiando muchísimo por un tema de cercanía y cuestiones laborales también. El chino está pegando muchísimo por una cuestión económica. Si bien China es un país que ahora está un poco estancado en su desarrollo, viene avanzando a pasos agigantados. En cuanto a lo lingüístico, para nosotros es un poco más complejo porque cuenta con una escritura de ideogramas. Todo lo que podamos complementar va a servirnos.
-¿Desde qué momento se les enseña inglés a los chicos en el Instituto?
-Desde la sala de dos años.
-¿Recomendás arrancar a esa edad?
-Sí, porque aprenden sin darse cuenta. No es una materia obligatoria en general, pero lo tenemos. Ellos tienen dos estímulos semanales de 40 minutos. En primaria y secundaria se va incrementando. Está bueno que los más chicos tengan inglés para que se acerquen al idioma desde lo fonológico, desde un juego, sonido o una canción. Cuando van creciendo van asociando conceptos en su cerebro. Cuanto más chiquitos son más plasticidad tienen y más resultados positivos vamos a obtener. Ellos no se cuestionan nada. El “¿por qué es así?” no aparece en esta etapa, sino en el adulto cuando no se comprende algo. Por supuesto que hay un acercamiento desde la tecnología para que a los chicos les guste más.
-¿Cómo ves el nivel general de inglés en el Instituto?
-Yo entré en 2014 y este es mi tercer año en la coordinación. Estamos proveyendo cambios y mejoras a medida que vamos viendo como resulta lo que implementamos. El año pasado empezamos a trabajar con una paridad por niveles y en cantidad de alumnos. Cada grupo va trabajando con diferente nivel de complejidad los contenidos mínimos que determina el Ministerio de Educación. Nosotros lo adaptamos a todo lo que podemos hacer en el colegio. Eso ayuda a que los chicos puedan moverse dentro de lo que les resulta accesible a su competencia, ya que no todos tenemos las mismas habilidades. En lo que sí hago mucho hincapié es en el uso de la tecnología. Trabajamos mucho en conjunto con Pablo Cortés, el profesor de computación. Tenemos un estímulo semanal en la sala de informática. Utilizamos un material interactivo muy interesante. Es un gran avance. Le estamos dando más peso y presencia al idioma en la escuela.