A lo largo de su historia, uno de los pilares de Obras como institución fue la educación. Ese concepto, elemental para la vida en sociedad, se materializó en 1977 con el plan para la creación del Instituto Dr. José Ingenieros. De esta manera, a su importancia como club social, cultural y deportivo, se agregó un ámbito que surgió a partir de la inquietud de sus autoridades sobre la formación y el desarrollo del conocimiento personal.
Todo esto se elaboró dentro de lo que era el Departamento Cultural del club, hasta que, en 1980, «la gran repercusión del funcionamiento del instituto educacional del club llevó a las autoridades a concretar la construcción definitiva del edificio en el predio del campo de deportes», figura en la página 16 de la memoria y balance de aquel periodo. Más detalles: «…Se realizaron los trabajos de estudio de suelos, pilotaje de la obra, y actualmente se desarrollan los correspondientes al hormigón de la estructura del citado complejo que constará de una planta para uso de estacionamiento de automotores para los socios y de tres plantas destinadas al Instituto…»
La filosofía de la concepción del Instituto tuvo que ver con incorporar al sistema educativo un establecimiento diferente a todo lo conocido y «…ofrecer una respuesta seria y eficaz a las necesidades actuales de los adolescentes y a la preocupación de las familias», según explica la memoria de 1977. El fin era mancomunar tres estamentos: familia, colegio y club.
La idea fue apuntar a la excelencia. Para lograrlo, se elaboró un listado de las características diferenciales del Instituto:
a) Integración de la educación física y del deporte con el resto de la formación. Había una preocupación seria por los aspectos específicos de la formación física, aprovechando al máximo todas las ricas posibilidades que ofrece el deporte, para lograr una plena formación humana.
b) El idioma inglés. Se le asignó el doble de tiempo previsto en los planes oficiales.
c) Cursos paralelos. Actividades como música, plástica o danza estaban disponibles para satisfacer los intereses y necesidades diferenciales de cada alumno.
d) Cultura. Los alumnos podían participar en los programas deportivos y los servicios especiales del periodo de vacaciones.
e) Equipo docente. Fue seleccionado teniendo en cuenta su idoneidad en el área específica.
f) Contralor médico. El Instituto contaba con la ayuda permanente de profesionales médicos que realizaban un riguroso seguimiento de cada alumno.
g) Metodología. No se buscó hacer «ensayos» con los alumnos, sino que la metodología, la organización y las normas de convivencia, entre otras cosas, fueron avaladas por el fruto de experiencias ya realizadas, probadas suficientemente y que hayan demostrado su bondad.
h) Familia, colegio y club. Había seguridad en el desafío de favorecer la relación entre padres, hijos y educadores, facilitada por centrar la vida colegial en la estructura institucional del club.
Con el correr de los años se fueron incorporando los distintos niveles de enseñanza. Primero fue el momento del Nivel Medio, en 1978 con el Ciclo Básico del Bachillerato, enriquecido con acrecentamiento de la carga horaria en Inglés y Educación Física e incorporación de Metodología de Estudio, y en 1981 con el Ciclo Superior del Bachillerato con orientaciones deportiva y ecológica. Posteriormente, en 1983 se incorporó el Nivel Terciario, con el Profesorado en Educación Física y Ciencias Biológicas, mientras que en 1987 se cerró el círculo con los Niveles Inicial y Primario.
Además del centenario, este año se cumplen 40 años de aquellas bases que hicieron grande a un Instituto que es una referencia ineludible para la comunidad educativa de la Ciudad de Buenos Aires.
A partir de 2015, el colegio adoptó el nombre de Instituto Obras y entró en un proceso de renovación de imagen. El cambio en toda la señalética interna, la cartelería externa y la renovación completa de los uniformes se correspondieron con la estrategia de comunicación de la Institución. A la vez son una constante las mejoras edilicias y la incorporación de elementos educativos.
Todo este crecimiento sostenido se corresponde con la aprobación de la certificación de su Sistema de Gestión a través de la Norma IRAM-ISO 9001:2008, alcanzada en octubre de 2014. La misma fue otorgada para la modalidad de Servicio Educativo para los niveles Inicial y Primario desde la matriculación, planificación, enseñanza y exámenes con extensión en el aprendizaje del idioma inglés y actividades deportivas.
«Antes que nada destacaría el crecimiento vegetativo que tuvo el Instituto en los últimos diez años. Hoy egresan del Secundario los alumnos que están en el colegio desde sala de dos años. Esta permanencia muestra una continuidad y una coherencia que se respeta a lo largo de los años. Creo que Influyó haber dado un paso importante a la formación de valores y el cuidado del medio ambiente, más allá de lo deportivo», opinó la rectora Viviana Onorato.
«Tanto docentes como padres coincidimos en que los alumnos de hoy necesitan mayor formación en valores para enfrentar a la sociedad actual y poder insertarse en ella», agregó.