El Instituto Obras no sólo es un establecimiento educativo; es un lugar en el que se construyen personas de bien a través de valores y enseñanzas inquebrantables.
Son muchas las familias que, desde 1977, han recorrido los pasillos de Obras Sanitarias. Todas ellas han nutrido la historia del Instituto y han dejado huella con cada alumno formado y recibido en las aulas que abrazan la Avenida del Libertador.
La familia Mignone es una de las tantas que han confiado el valor primordial de la educación a los colores amarillo y negro. «Para nosotros, el club es nuestro segundo hogar», dice Daniela, mamá de Melina, ya recibida en 2016, Luciana, quien cursa el cuarto año del Nivel Secundario y Martín, alumno de séptimo grado del primario.
El Instituto Obras, que ofrece educación desde nivel inicial hasta terciario con su profesorado de Educación Física, tiene una orientación deportiva y medioambiental dentro de la oferta académica de Capital Federal.
«Fue muy emocionante ver a Melina graduarse en el Instituto Obras, significó una meta cumplida como madre. Saber que sus dos hermanos continúan su camino es reconfortante», dice Daniela. «Llegué hace 15 años a Obras, por lo que mis hijos han pasado una vida acá. Prácticamente es un segundo hogar para nosotros. No sólo participamos de la vida del Instituto, sino que también estamos siempre cerca de las actividades del club con amigos que se ganan a través de los años. Son tantas horas aquí dentro que uno se enamora de la institución».
EL CAMINO ÚNICO DEL DEPORTE
Tanto Luciana como Martín Mignone forman parte de las inferiores de Obras Basket, que ofrece, para alumnos del Instituto como también para quienes no lo son, enseñanza desde edades tempranas tanto para la rama femenina como masculina.
«Como ex profesora y deportista siempre prioricé el deporte en la educación de mis hijos y Obras es el lugar indicado para esa formación integral», agrega Daniela. «Martín y Luciana conocieron el deporte por la asociación directa que tiene Obras con el básquetbol y les gustó desde el primer día. Los chicos están felices de practicarlo y se enorgullecen de representar a la institución», completa.
“Siempre me sentí acompañada por profesores y compañeros. El Instituto es muy completo en lo académico y en lo deportivo. Por otro lado, tanto el colegio como el club es un conjunto y es una ventaja para los que jugamos al básquet porque una se siente aún más en familia”, dijo Luciana.
TODO EN UN MISMO LUGAR
Obras Sanitarias posee todo lo necesario dentro de un mismo lugar: enseñanza educativa con un instituto de primer nivel, aprendizaje deportivo con distintas disciplinas, gimnasio de pesas multipropósito, estadios de básquetbol y playgrounds, comedor, dormitorios, etc.
«Tener todo en un mismo lugar es lo mejor que les puede pasar. Tanto en comodidad como desde un punto de vista social. El vínculo es integral, sistemático y profundo, ya que al estar todo en un mismo espacio la convivencia es constante», señala Daniela. «Sin duda alguna recomendaría esta institución, porque además de la confianza adquirida en tantos años, tanto en docentes como en el cuidado de los chicos, considero que el Instituto, a diferencia de la mayoría de los colegios, esta ensamblado en un área privilegiada, con instalaciones bien cuidadas, con vistas y luz a los espacios verdes y deportivos, y con las instalaciones necesarias para realizar todo dentro del colegio sin tener que trasladarse»