El día de la Tradición se celebra cada 10 de Noviembre, fecha que nació el escritor José Hernández, autor del Martín Fierro, una de las obras cumbres de la literatura gauchesca. Por eso, los niños de la salita Estrellitas “B”, junto a sus señoritas, decidieron festejarlo junto a sus abuelos.
Las tradiciones familiares no sólo son recuerdos: también son parte de la identidad familiar. Por ello favorecen el bienestar emocional de los niños. Les brindan un ambiente de seguridad y un sentido de continuidad e identidad. De hecho las familias que poseen tradiciones establecidas suelen tener lazos más fuertes entre sus miembros.
Los abuelos y la historia familiar
Hablamos de transmisión de cultura intergeneracional. ¿Quiénes sino los abuelos están más cerca del pasado de la familia para poder cuidar y contar lo que hacían nuestros antepasados?
La potencia de la transmisión de las tradiciones familiares para la unión y la fortaleza de una familia -y su repercusión social- es muy grande.
Cuando un abuelo se preocupa por este aspecto educativo de sus nietos, le da continuidad y estabilidad al linaje.
El abuelo se convierte en un punto firme de apoyo que da seguridad y autoridad a la familia.
Esto se logra a través de la transmisión no sólo de valores, sino también del folclore y hasta de la cultura popular (las canciones o los juegos). Así el abuelo se convierte en un puente entre las generaciones y en un punto de referencia común.
El rol del abuelo como transmisor de tradiciones es imprescindible, sobre todo en una sociedad como la actual en la que se corre permanentemente el riesgo de que lo tradicional sea reemplazado por lo que está de moda.
Los Abuelos por su experiencia de vida, pueden ofrecer los recursos necesarios para forjar una identidad firme, sustentada en lo que durante siglos ha sido el ámbito más importante de formación humana: LA FAMILIA Y SUS VALORES.