El pasado 13 de diciembre fue el último día de clases y se llevó a cabo el cierre del torneo interno de tenis. Los alumnos participantes de segundo grado fueron felicitados por su espíritu deportivo y se realizó también la entrega de medallas a los deportistas más destacados. Federico Mangiarotti, encargado de la organización del certamen, habló con el departamento de prensa y realizó un balance del año a partir de la jornada.
-¿Cual fue el objetivo del torneo?
-El ultimo torneo del año fue para darle la posibilidad de revancha a los que no pudieron obtener medallas en el anterior. Siempre es un incentivo la competencia, sobre todo si hay premios. Fomentamos el compromiso a venir, en las ultimas clases los chicos están cansados y suele ser más complicado que asistan. Para ambos casos, el objetivo es jugar. Visitar clubes donde no conozcan a nadie y liberen todo su talento sin importar el resultado. Que disfruten del deporte.
-¿Como influyó este gran año tenístico en las clases?
-Con la medalla de plata en los JJ.OO. de Río de Janeiro, los chicos comenzaron a nombrar a Del Potro como ícono del deporte. Así como las Leonas en hockey, el tenis necesitaba un referente y Del Potro convirtió en eso. Comenzaron a entender la competencia por países, conocieron a los demás jugadores nombrándose cada uno, como un jugador…eso sí, todos querían ser ‘Delpo’.
-¿Que crecimiento pudiste observar en los chicos y en qué creés que hay que seguir trabajando?
-El grupo creció en muchos aspectos. Las reglas del tenis de a poco comienzan a entenderlas. Tengamos en cuenta que es un juego inventado por ingleses y las reglas son severas y difíciles a veces de comprender. Pese a todo, conocen la cancha, sus líneas (para qué sirven), en single y dobles. También, la forma de jugar, el saque cruzado y el peloteo libre. Desde mediados de año, juegan solos. Ponemos las reglas y ellos juegan, eso le hace muy bien al grupo. Son compañeros, se felicitan y saludan al terminar cada partido, eso es porque lo ven en los profesionales; copian lo bueno.
El grupo de entrenamiento sigue firme. Necesita «foguearse» en torneos. Tenemos esperanzas de que en el próximo año, quieran competir más. Tanto en la escuelita como en el entrenamiento, la parte técnica es fundamental. Si bien es la más aburrida, ellos están en una etapa donde absorben todo, se les puede enseñar lo más complicado de a poco y lo van sacando.