Los alumnos de primero, segundo y tercer grado tuvieron su campamento los días 24, 25 y 26 de octubre en la quinta Vacarreza, Bella Vista.
El campamento es la reproducción en pequeña escala de la vida en sociedad: tenemos derechos y obligaciones. Solo la interacción que se desarrolla alrededor de este punto es suficiente para justificar este tipo de vivencia. La organización del grupo en tareas individuales o colectivas establece pautas de diálogo y comunicación inexorable. Esta práctica, que se puede desarrollar desde temprana edad, establece valores como el respeto, la solidaridad o la colaboración.
Otro punto importante a considerar es la socialización que estimulamos entre los alumnos de la escuela, más allá de que sean compañeros o no del salón, o de que si son amigos dentro del mismo. La interacción en un ámbito diferente a la escuela enriquece la dinámica de las relaciones interpersonales. Sin mencionar, obviamente, el hecho de dormir fuera de la propia casa y compartir el espacio de descanso con compañeros. Estos acontecimientos, por triviales que parezcan, son fundamentales en cualquier etapa evolutiva.
La capacidad de adaptación de los alumnos es un aspecto no menos importante. Ellos dejan la comodidad de su cama, de los propios sanitarios, sus alimentos preferidos, juegos (tecnológicos o no), rutinas, afectos. Al regresar a su cotidianeidad, valoran mucho más lo que les faltó.
Uno de los puntos medulares de esta actividad, subrayado como un propósito fundamental en la educación, es el desarrollo de la autonomía. Poder “desprenderse” del calor familiar y ser autosuficiente en todo este entorno natural, es un aprendizaje para la vida.
DESARROLLO DEL CAMPAMENTO:
El campamento empezó con el armado de carpas, conocimiento del lugar y diferentes juegos. Luego a la noche el tan esperado fogón y se cantaron muchas canciones con gran participación de todos los chicos.
El 25 los alumnos de primero y segundo grado desarmaron sus carpas ya que los chicos de tercero se quedaron un día más en el lugar.
Llegaron los deportes y todos jugaron. También, se realizaron juegos ambientales, juegos de superación individual y juegos cooperativos.
A su vez, los alumnos tuvieron su tiempo de óseo junto a sus profesores.
Por la noche, ya solamente tercer grado, disfrutaron de juegos nocturnos.
El último día, los varones jugaron al fútbol y las chicas al quemado y voleibol.
Para finalizar el campamento se les pidió que realicen un dibujo sobre lo que habían vivido esos tres días en Bella Vista y se pondrán en una cartelera en el Instituto.
“Siempre es un placer disfrutar estos momentos con los chicos, salimos todos de la rutina y pasamos momentos inolvidables”, dijo Mauricio Castilla profesor del Instituto Obras.